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BLANQUEO EN EL UNIVERSITARIO, SERIE 2-0

Prensa LVBP

Denis Phipps no es sólo el Regreso del Año de la temporada 2019-2020. También es el regreso de la noche; el gran hombre que salió de las sombras del dugout como emergente y abrió las compuertas que llevaron a Caribes de Anzoátegui a la victoria y a un descanso pacífico con muy pocas angustias.

El dominicano tomó el bate en el duodécimo inning. Entró por Eduardo Sosa, con hombres en tercera y primera base, sin outs y una igualdad a cero carreras que amenazaba con retar a la eternidad. Pocas horas después de celebrar el premio que lo acredita como el gran retorno a la liga, Phipps le dio el sencillo a Jorgan Cavanerio que terminó por guiar al triunfo a la Tribu, 2-0, sobre Tiburones de La Guaira, en el Universitario.

“Solo le dije que él era grande”, comentó Jackson Melián, manager de los aborígenes. “Le dije que tuviera confianza porque ese era su turno”.

La mesa que se le sirvió a Phipps fue producto de dos pecados defensivos. Willians Astudillo se embasó al abrir el capítulo por un elevado que dejó caer Héctor Sánchez en la inicial. Luego Alexi Amarista dio un rodado por la antesala que no pudo ser atrapado por Alberto González. La Guaira, que no había cometido marfiladas en la primera ronda de playoffs, sumó su tercera pifia de la serie.

“El triunfo lo tuvieron esos pitchers que estuvieron batallando por 12 innings tirando ceros. Fue difícil, pero ellos sacaron los outs a la hora buena”, dijo Phipps, tras celebrar el laurel que pone adelante a Caribes 2-0 en la semifinal contra Tiburones. Ahora Anzoátegui está a dos victorias se meterse en la final. “Ya le había cogido varios turnos a él y me enfoqué en buscar una bola alta para llevar la pelota a los jardines, pues había hombre en tercera y menos de un out. Mi idea era llevar la bola atrás”.

Poco después del hit de Phipps, Gorkys Hernández dio un elevado de sacrificio para remolcar a Cristhian Pedroza, quien entró a correr por Amarista, aquejado por una molestia en una de las piernas. Lester Oliveros, cerrador de los orientales, no rompió el patrón de pulcritud que obraron los ocho pitchers que estuvieron en la lomita antes que él, aunque le costó. Llenó las bases después de dos boletos y, con dos outs, se midió contra el emergente Greifer Andrade, sustituto del antesalista González. El taponero prevaleció y ponchó al retador.

“Confiamos en cada uno de los muchachos. Todos han venido haciendo el trabajo”, expresó Melián, que vio como sus brazos lograron blanquear a La Guaira, con el zurdo Wilfredo Ledezma como iniciador y responsable de 6.0 innings de dos hits. “En el pitcheo, la comunicación que hemos tenido ha sido importante, también la confianza. Los muchachos siempre salen confiados y agresivos”.

Este martes habrá un alto a las armas. La serie se mudará al Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz y los equipos se reordenarán para el reinicio de las acciones el miércoles. Es un descanso para Caribes que tiene cuatro días sucesivos en el terreno y viajando por toda la geografía de Venezuela, desde Maracaibo hasta el oriente y luego a Caracas.

“El descanso de mañana va a ser la clave. Son muchos juegos, viajes y los brazos están un poco cansados”, manifestó el estratega. “Mañana es día libre y descansaremos”.

Ganó Andrés Pérez, al sacar en blanco el undécimo acto. Perdió Cavanerio y salvó Oliveros.